Música de final de
película de El Rey León...
Crisantra.- Ay, que
buena película.
Primitiva.- ¡Un
buen lavado de cerebro es lo que es!
Crisantra.- ¡Ya
estamos! ¡Es un peli infantil, Primitiva! ¡No va con segundas!
Primitiva.- Con
segundas, terceras y cuartas... ¡La de cosas que nos meten en la
cabeza las pelis esas!
Crisantra,- (con
ironía) ¿Cosas como que hay que querer a la familia, y a los
amigos, y hacer el bien a los demás, y...?
Petronilo.-
(interrumpe y continúa la retahíla de Crisantra) … Sí, y que
unos nacen reyes y otros no, y que los machotes somos la leche, y que
hay que vengarse de los malos, y...
Crisantra.-
(interrumpe) Bueno, todo eso del Rey León es un cuento. No es
obligatorio creérselo.
Primitiva.- Los
niños se lo creen todo, Crisantra.
Petronilo.- Y los
mayores, más.
Crisantra.- Dí algo
tú, Eremita, que estos dos se quieren cargar las pelis de Walt
Disney
Eremita.- La verdad
es que tienen algo de razón, Cris. Piensa en cuantos cuentos de
princesas nos hemos tragado tu y yo...
Crisantra.- (con
embeleso un poco cursi) A mi, mi padre todavía me llama princesita.
Eremita.- ¿Ves?
Hemos crecido creyendo que lo mejor que nos podía pasar era que nos
rescatase un príncipe para casarnos con el...
Petronilo.- Y
nosotros que nuestro deber era pelear y conquistaros, como si fueseis
un trofeo...
Primitiva.- Y a
todos, que si eres trabajador, humilde y obediente, al final tendrás
tu recompensa, como en La Cenicienta...
Crisantra.- (con
embeleso) ¡O en Oficial y Caballero!
Petronilo.- O como
el rollo ese de muchas pelis... que si trabajas mucho llegarás a ser
lo que quieras, y que si no triunfas y te haces rico es por culpa
tuya, que eres un vago y un fracasado...
Primitiva.- ¡Ja!
Como si estar arriba o abajo dependiera de lo trabajador y honrado
que seas...
Crisantra.- ¡Bueno,
vale ya! A mi esas películas me parecen preciosas. Y los niños se
lo pasan genial viéndolas.
Petronilo.- ¡Claro,
no te fastidia, saben mejor que muchos maestros que la manera más
eficaz de comernos el coco es con algo divertido!
Primitiva.- El otro
día salio esto en clase. Según no se qué filósofo, el arte y las
pelis servían para justificar el orden social, que unos estén
arriba y otros abajo, y cosas así.
Eremita.- Creo que
te refieres a Marx y a Engels, Primi. Pero ellos no se referían solo
al arte, sino a todo lo que llamamos cultura. También decían, por
ejemplo, que la religión es el opio del pueblo.
Crisantra.-
(indignada) ¡Anda! ¿Y por qué el opio, y no la salvación del
pueblo?
Eremita.- Los
marxistas creen que la religión, el cristianismo por ejemplo,
infunde en la gente la ilusión de que la justicia triunfará en el
cielo...
Petronilo.-
(interrumpiendo) … así que, ¿para qué luchar por la justicia
aquí en la tierra?
Eremita.- “Antes
entrará un camello por el ojo de una aguja, que un rico en el reino
de los cielos”. Eso dicen los Evangelios.
Crisantra.- O sea,
que ser rico es malo.
Primitiva.- Sí,
pero solo en el cielo, tranquila.
Eremita.- La
desigualdad es lo que es malo, dicen estos filósofos.
Crisantra.- ¿Y la
filosofía no?
Eremita.- Si se
limita a justificarlo todo, en lugar de ayudar a cambiarlo, es... lo
peor.
Según la filosofía
marxista, toda sociedad se compone de una infraestructura y una
superestructura. La infraestructura se refiere al modo de producción
y a la división de la sociedad en clases en virtud de su relación
con los medios de producción, mientras que la superestructura se
refiere a la organización política y a la cultura vigente. La
política y la cultura son, según el marxismo, una expresión
ideológica de la infraestructura económica y social, y tienen la
función de legitimar y justificar las relaciones económicas y la
división de clases.
Según esta teoría,
no solo las leyes y la política, sino la cultura entera tiene la
función de legitimar el orden social imperante. Esto quiere decir
que cosas como las creencias morales, los ritos y costumbres
tradicionales, las artes, la religión, e incluso la ciencia y la
filosofía, no tienen otra función que la de convencernos de la
validez y necesidad del orden social establecido, ocultando sus
contradicciones y desactivando las acciones contrarias a dicho orden.
Las teorías
marxistas han sido duramente criticadas desde su formulación en la
segunda mitad del siglo XIX. Para algunos autores, el sistema de
creencias, ideas y valores vigentes en una sociedad no tienen una
función únicamente “ideológica”, en el sentido marxista, sino
también crítica, emancipadora, e incluso neutra con respecto a los
procesos económicos o las instituciones políticas. Los propios
marxistas creían que era posible concebir una ciencia y filosofía
no ideológicas: aquella que, mediante su análisis certero de la
sociedad y la lucha de clases, precipitase el cambio revolucionario.
¿Qué piensas tú?
¿Son los productos culturales de una sociedad y época una expresión
de su organización económica o son, más bien, instrumentos de
crítica y de cambio social y político?
Guión: Víctor Bermúdez . Actores: Jonathan González, Eva Romero. María Ruíz-Funes, Laura Casado. Voces: Chus García Fernández, Víctor Bermúdez. Producción: Antonio Blazquez. Música sintonía: Bobby McFerrin. Dibujos: Marién Sauceda. Idea original para Radio 5: Víctor Bermúdez y Juan Antonio Negrete.
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