Cova.-
¡Bueno, chicos, por fin mañana, el momento esperado!
Madriguero.-
¡Yo, como los niños, quiero que sea ya mañana!
Espe.-
¡Eso no lo quieren casi nunca los niños! ¡Ellos viven en el
presente! Solo los adultos viven para el futuro y se lo contagian a
los niños; o, cuando envejecen mal, para el pasado.
Madriguero.-
¡Por eso me encantas: por lo poética que eres!
Espe.-
Pues ahora me voy a poner filosófica. A ver: ¿por qué no es ya
mañana?
Cova.-
¡Pues porque es hoy, ¿no te digo!?
Espe.-
Vale, pues ¿por qué hoy es hoy? Quiero decir: ¿por qué
precisamente ahora es este ahora, 20 de septiembre, y no, por
ejemplo, mañana o el tres mil antes de Cristo? ¿No os lo habéis
preguntado nunca?
Madriguero.-
No lo sé, porque no te entiendo bien.
Espe.-
Me pregunto: ¿dónde está el pasado?, ¿y el futuro? Pensad esto:
unos muchachos egipcios se están preguntando, en su ahora, cómo
seremos nosotros, los humanos del futuro…
Cova.-
Sí, con el pequeño detalle de que ellos y su presente ya no
existen, son pasado.
Espe.-
Eso es así visto desde nuestro punto de vista. Pero desde el suyo,
los que todavía no existimos somos nosotros. ¿Por qué va a ser,
nuestro ahora, el ahora verdadero? ¿No es eso como los que creen que
su pueblo es el centro del mundo?
Cova.-
¡Vaya rallada! ¿Entonces, según tú, todo existe, el pasado, el
futuro…? ¿Y qué tiene de especial este instante?
Espe.-
Quizá nada, más que estamos nosotros en él, y eso nos parece muy
especial…
Cova.-
Y ¿para qué sirve pensar eso?
Espe.-
No lo sé, no me planteo para que sirve pensar: pienso, y ya está.
¡Así somos los que queremos vivir siempre en el ahora, sea donde
sea!
Madriguero.-
¡Hasta cuando te pones filosófica eres poética! Yo quiero estar
siempre en el mismo ahora que tú… ¡y en el mismo aquí, por
supuesto!
De
entre las especulaciones de los filósofos, una de las más extrañas
es la de si el tiempo existe, si es real y pasa. Platón dijo que el
tiempo es solo una imagen móvil de lo que es realmente eterno.
Heráclito, al contrario, parece que pensó que lo único que existe
es Cronos, quien, según la mitología, va continuamente devorando a
sus hijos.
También
el filósofo John MacTaggart elucubró el sutil razonamiento
simplificado en nuestro diálogo para demostrar que el paso del
tiempo es imposible. En cambio, Henri Bergson defendió que la vida
es puro tiempo, intratable matemáticamente. El tema ha dado lugar
recientemente (en nuestro presente) a un debate entre filósofos
“eternalistas” y “presentistas”.
Esas
especulaciones han recibido un impulso a partir también de la
ciencia del siglo XX. Einstein, por ejemplo, pensó que el paso del
tiempo es solo una ilusión, pues todos los sucesos estarían
situados eternamente en el todo espacio-temporal de cuatro
dimensiones. Recientemente el físico Julian Barbour ha retomado esa
idea, en su libro The end of time (El final del tiempo).
Otros
filósofos, sin embargo, creen que ese tipo de problemas están mal
planteados. Según Kant, el tiempo no es una característica de las
cosas en sí mismas, sino nuestra manera de percibirlas: es subjetivo
aunque inevitable. Y el gran filósofo Wittgenstein creía que
paradojas como la de si el tiempo existe o no, se deben a que usamos
incorrectamente el lenguaje. Creemos incorrectamente que el
“tiempo” es un sustantivo y que se puede decir de él
que “corre”.
¿Qué
crees: tiene algo de especial el presente, aparte de que estás tú
en él?, ¿es real el tiempo? ¿Tiene sentido esta pregunta?
Guión: Juan Antonio Negrete . Actores: Eva Romero, Gema Ortiz, María Ruíz-Funes. Víctor Bermúdez. Voces: Mónica Burgoa, Víctor Bermúdez. Producción: Antonio Blazquez. Música sintonía: Bobby McFerrin. Idea original para Radio 5: Víctor Bermúdez y Juan Antonio Negrete.
Guión: Juan Antonio Negrete . Actores: Eva Romero, Gema Ortiz, María Ruíz-Funes. Víctor Bermúdez. Voces: Mónica Burgoa, Víctor Bermúdez. Producción: Antonio Blazquez. Música sintonía: Bobby McFerrin. Idea original para Radio 5: Víctor Bermúdez y Juan Antonio Negrete.
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